Según informaba el medio digital “El Confidencial” en su web, el Juzgado de 1ª Instancia 72 de Madrid desestimaba la demanda que el Reino de Marruecos había interpuesto contra el periodista de El Confidencial Ignacio Cembrero por haber señalado a los servicios secretos del país vecino como los responsables del espionaje con el programa malicioso Pegasus.
La jueza que llevaba el caso afirmaba que las manifestaciones efectuadas por el periodista no autorizan al demandante para ejercer una “acción declarativa negativa”, que equivale a una retractación.
“La jueza recalca que el periodista vio “publicados mensajes que constaban en su dispositivo móvil”. El demandado tuvo, por primera vez, la convicción de ser espiado cuando leyó en un artículo titulado “Cembrero, el ectoplasma de la Moncloa” y firmado por Hassan Alaoui, director de Maroc Diplomatique, una publicación afín a las autoridades marroquíes, dos de sus WhatsApp. Eran mensajes intercambiados con altos cargos del Gobierno español a propósito de la crisis con Marruecos. El artículo fue publicado el 20 de junio de 2021, justo un mes después de que se produjera la invasión pacífica de Ceuta por más de 10.000 inmigrantes irregulares, un 20% menores de edad.”
La jueza impone al Reino de Marruecos el pago de las costas procesales, pero es improbable que lo acate, opinan desde El Confidencial. En otras ocasiones ha invocado la inmunidad diplomática de la que goza para sustraerse a esa obligación. La sentencia admite recurso de apelación en el plazo de 20 días hábiles, algo que parece que sí realizará el reino alauita.
“Es la cuarta vez desde 2014 que las autoridades marroquíes llevan a los tribunales al periodista Ignacio Cembrero. En enero de 2014, el Gobierno de Marruecos le denunció en la Fiscalía General del Estado por “enaltecimiento del terrorismo”, pero la denuncia fue archivada en junio. Al mes siguiente los letrados del Ejecutivo marroquí pusieron una querella contra el periodista en la Audiencia Nacional, de nuevo por “enaltecimiento del terrorismo”. Fue archivada al cabo de varios meses en 2015.
Ese mismo año fue también Ahmed Charai, un empresario de prensa que actúa como relaciones públicas del servicio secreto exterior marroquí (DGED), el que demandó a Cembrero por vulneración del derecho al honor. El periodista había publicado un largo artículo de investigación en El Mundo en el que reveló que Charai llevó a cabo en 2008, por cuenta del servicio secreto, una operación de desprestigio y difamación del expresidente José María Aznar.
El Parlamento Europeo pidió a las autoridades marroquíes, el 19 de enero, en una resolución aprobada por una aplastante mayoría, que dejasen de hostigar a Ignacio Cembrero. Cembrero también obtuvo el apoyo de Reporteros Sin Fronteras, la Asociación de la Prensa de Madrid, la Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles, del Collegi de Periodistes de Catalunya y de Amnistía Internacional.