- La climatología no ha sido tan buena como en estos últimos días, pero no ha impedido la salida del Descendimiento.
Cielo nublado y desapacible pero numeroso público en las calles. Ceuta tenía ganas de revivir una Semana Santa completa, sin censuras climatológicas. El gentío que abarrotó las calles durante la tarde del Jueves también quiso estar presente la Madrugá del Viernes Santo.
María Magdalena cumplía diez años desde que se incorporó al paso de misterio del Descendimiento cuya salida procesional se ha vuelto mágica en el oratorio. Y es que ya son doce los años que lleva el señor iniciando la Madrugá desde la Plaza de Santa Cruz y el recogimiento ha despertado en el público el respeto y la admiración hacia la cofradía. La salida y la llegada, con el silencio por testigo y con el público como juez de un cortejo que sigue siendo de los más esperados en la noche ceutí. Además, la bajada por la calle Revellín, con el ensanchamiento en la plaza de la
Constitución, encumbraron a la cofradía, que al igual que el resto de hermandades vivió una Carrera Oficial distinta a la de otros años, al recorrer una calle Jáudenes llena de público. Finalmente, y tras pasar por la Santa Iglesia Catedral para realizar su Estación de Penitencia, la Hermandad del Descendimiento emprendía su regreso a casa.