- Miles de ceutíes acompañaron a Nuestro Padre Jesús Cautivo y a su madre en una de las procesiones más populares.
El Señor de Ceuta ha vuelto a estar arropado por miles de fieles ceutíes que con auténtica devoción le siguieron por las calles de la ciudad. A las 20.00 horas, la Cruz de Guía de la Hermandad anunciaba el inicio de la procesión, mientras centenares de fieles esperaban a las puertas de la Casa de Hermandad mientras caían los últimos rayos del sol.
Los más pequeños abrían la marcha de un extenso cortejo morado que acompañaba a la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo y rescatado Medinaceli, que salió de su Casa de Hermandad, en la Avenida Otero, acompañado por los toques de la primera marcha de la tarde entonados por la agrupación musical Jesús Caído y Virgen de la Amargura. A continuación, la madre del Señor de Ceuta salía para seguir muy de cerca a su hijo, acompañada por la Banda Muncipal Albaida del Aljarafe.
Ambos han pasdo por los Jardines de la Argentina, las Puertas del Campo, el Puente del Cristo, desde allí se han dirigido hasta donde se encuentra la estatua de González Tablas, donde esperaba ansioso el preso que este año ha liberado el Señor de Ceuta. PVS, de 55 años de edad, recibía con la cara tapada y emocionado su carta de libertad, tomando un costal como muestra de agradecimiento y metiéndose bajo las trabajaderas del paso de palio de María Santísima de los Dolores para acompañarla durante buena parte del recorrido.
El buen tiempo quiso acompañar también en esta ocasión al Señor de Ceuta.
Ya en carrera oficial, este año en la calle Jáudenes, el Medinaceli congregó de nuevo a miles de ceutíes. Esta céntrica calle estaba a rebosar de fieles que se emocionaron con cada chicotá. Los 30 costaleros de cada paso hicieron un trabajo excepcional, aplaudido por todos los fieles.
Con la mirada puesta en las puertas de la Santa Iglesia Catedral, donde la Hermandad accedió para realizar su Estación de Penitencia, continuó su procesionar por las calles de Ceuta hasta que se recogió en su Casa de Hermandad despidiéndose así hasta el próximo año.