Un grupo de jóvenes amantes de la naturaleza se congregaron en 1915 en San Amaro para comenzar con un extraño y sugestivo movimiento de países angolsajones. Ciento ocho años después de aquello, más de cien personas pertenecientes a aquel movimiento se congregaban en el mismo lugar para seguir la estela de aquellos. "Los Scouts somos, ante todo, tradición, tradición y tradición", recuerda su presidente, Jesús Martín.
Y la tradición marca que cada período de actividades no es un año, sino una 'ronda solar'. La misma que ha comenzado este sábado, con un grupo heterogéneo: desde los seis a los cincuenta y ocho años de edad. "Algunos se incorporan por primera vez, y les damos la bienvenida. Luego celebramos la Ibatia, una reunión muy especial a la que solo asistimos nosotros para hablar, contar experiencias y planificar el año", cuenta Carolina, hija del anterior y también perteneciente al movimiento scout.
como manda la tradición, el portavoz de cada patrulla ha saludado al resto en representación de su grupo. Y todo cerrándose con una consigna "Los scouts estamos unidos, jaleaba Jesús Martín. Previamente, había recordado a los más veteranos que "tenemos que acoger a nuestros nuevos hermanos y hermanas". Porque así se consideran en el movimiento scout. Así llevan haciéndolo, con sus altos y bajos, desde aquella reunión de 1915 en San Amaro.