A las 3 de la madrugada de este sábado al domingo los relojes tendrán que atrasarse una hora, hasta las 2, de acuerdo con la directiva comunitaria de obligado cumplimiento implantada hace decenios y que restaurará el horario oficial de "invierno". Además de España, cerca de 50 países moverán hoy las agujas o tocarán los botones de sus relojes.
Se deja así atrás el horario de verano, un cambio que, según los expertos, afecta poco al organismo y es pasajero.
Los desajustes de este cambio hacia el horario de otoño-invierno son pequeños y no pasan de suaves trastornos en los estados de ánimo y en el cansancio.
El "culpable" es el hipotálamo, situado en la base cerebral, ya que se trata de una región que pertenece al sistema de las emociones en el cerebro y que regula el ciclo sueño/vigilia. Estos desajustes son más importantes en los ancianos y en los niños pequeños.
Los expertos recomiendan evitar las siestas diurnas para tener más sueño por la noche y mantener un horario regular tanto en la alimentación como en el sueño, además de olvidarse tanto de los fármacos como de los remedios naturales durante el proceso de adaptación.