Dice "el Canijo del Sarchal" que a la Gran Vía ya se le conoce como el aeropuerto de Gibraltar por ese
asfalto dividido que parece una pista de aterrizaje, y es que el arquitecto padre de la criatura tiene guasa en el diseño. De hecho, comentan que con tantos elementos que ha puesto parece más cargada que un árbol de navidad.