El otro día me comentaba mi prima Anastasia que otra vez se escucha por la noche el zumbido del
barco calado en la bahía que le hace imposible poder descansar. ¿Irán los técnicos de la Ciudad a medir el ruido? ¿Sabrá el Consejero de turno que ya es delito la contaminación acústica? ¿O se habrá olvidado la reciente sentencia contra la Ciudad por los ruidos de la terraza de un pub muy político?