
El INGESA como brazo ejecutor del Ministerio de Sanidad está haciendo todo lo posible para que se perpetúe el conflicto médico en Ceuta. Utiliza de manera ruin los grupos de trabajo y mesa sectorial como armas de destrucción masiva y elementos de coacción contra el Sindicato Médico de Ceuta, cuando la finalidad de estos instrumentos debiera ser agilizar la resolución del problema. La próxima mesa sectorial se reunirá en septiembre y no parece que vaya a servir para lograr grandes avances. A los médicos ceutíes los han llamado “peseteros” y acusado de moverse tan solo por intereses económicos.