Como siempre, cuando estamos inmersos en unos comicios electorales aunque en esta ocasión sean las europeas, todos los partidos se vienen preparando desde hace algún tiempo para intentar convencer a los ciudadanos de lo que ni ellos mismos están convencidos, esto es, contar una serie de historias aprendidas para intentar sorprender nuevamente al electorado.
Y es que tienen ustedes tan poca credibilidad que va a ser difícil que voten ni el cincuenta por ciento de la población, siendo el cincuenta por ciento un éxito, tal y como están las cosas.
La política, lamentablemente, se está devaluando porque aunque es muy necesario que haya personas que se impliquen en intentar mejorar las cosas, con todos mis respetos, han llegado muchos golfos a la vida pública. Y eso la ciudadanía lo tiene muy en cuenta.
Los niveles de paro que sufre este país son de vergüenza y nadie hace nada para remediarlo. Digo nadie de los que están metidos en esa burbuja no inmobiliaria pero sí política que a veces parece que viven en un mundo diferente.
Pues el tener asegurada la soldada, el poder y todas las prebendas que en este sucio mundo se producen son las que hacen que la gente rechace de plano a los que cogen el micrófono y con una desvergüenza máxima intentan engañarnos una vez más.
Estas elecciones europeas, fíjense ustedes el calado que tienen que los dos partidos más importantes -PP y PSOE- presentan por Ceuta o mejor dicho llevan en su lista nacional a Izaskun Bernal por el PSOE y a Rocío Salcedo por el PP. No es menospreciar a nadie pero me quieren ustedes decir estas señoritas que bagaje tienen en el mundo de la política para llegar a Bruselas e intentar solucionar cosas para los ceutíes.
Algunos dirán que la representación en el Parlamento Europeo de populares y socialistas será lo suficientemente amplia para que puedan sentarse en un escaño, conocer Bruselas y, en el caso de la Izaskun, seguir en la capital de la Unión, antes como asesora y ahora, si tiene suerte, como diputada.
Me dio vergüenza ajena ver a Rocío Salcedo junto a Emilio Carreira en la sede de su partido intentando salir al paso de una circunstancia cuanto menos lamentable, pues la palabrería de la señorita Salcedo fue increíblemente negativa. ¡Que imagen quiere proyectar el PP hacia los ciudadanos con esta candidata!.
No se queda atrás la socialista, con un poco de más bagaje que la popular. Pero hombre, ¿dónde vamos?, ¿a quién quieren ustedes engañar?, ¿qué moto nos van a vender ahora?.
Y si faltaba alguien sale el señor Vivas diciéndonos a todos la importancia que tienen las europeas, que de hecho la tienen, pero hombre presidente ¿qué nos quiere usted vender ahora?. Ya es usted bastante conocido por su dialéctica vacía para venir ahora a decirnos lo importante que es Europa. Eso ya lo sabemos, siempre que esté en manos de personas responsables y que tengan una formación suficiente para defender los asuntos tan importantes de las fronteras sur de Europa como son Ceuta y Melilla.
En fín, decía en el titular que empieza la campaña con mal pié, porque hay que ser muy torpes para irse a la Plaza Carmen Cerdeira, rodeada de pisos, donde hay niños que tienen que dormir y gente que trabaja, y poner la música a toda pastilla molestando al vecindario. Se lo recriminaron a los socialistas y tuvieron que callarse, pegar su cartelito y marcharse con el rabo entre las patas. ¿Quién será el ideólogo de llevar al campaña a dicho sitio?.
Y en el PP no se quedan atrás, en la Plaza de la Constitución también tuvieron lo suyo. Alguien entre el público también alzó su voz para preguntar que qué pasaba con Ucrania. ¿No les parece a ustedes ésto algo parecido a un circo?. ¡Que Dios nos coja confesados!.