CCOO ha denunciado la situación del personal de enfermería y de los técnicos auxiliares de enfermería en Ceuta.
En un comunicado, CCOO ha afirmado que los actuales directivos llevan ya el tiempo suficiente como para evaluar su labor, por otro lado, en apenas 2 meses, tendremos cita electoral nacional (con sus consecuentes cambios a nivel local) y, dado que tanto gerente como directores han hecho gala de su buena voluntad desde un primer momento, en CCOO pensamos ya es hora de exigir que ésta buena voluntad se plasme en mejoras palpables para el personal de enfermería.
La maquinaria decisoria de la administración suele ser parsimoniosa a la hora de afrontar cambios. Condicionantes normativos, competenciales, técnicos o políticos suelen mediatizar cualquier decisión que pretenda tomarse. Y si hay algo que hoy en día esté omnipresente es el tema del coste económico de lo que los sindicatos reclamamos.
Si hay una medida sencilla, realizable, que redundaría en el bienestar de la plantilla de enfermeras y auxiliares de enfermería y a coste cero para la administración es la del establecimiento de criterios por escrito para la movilidad del personal de enfermería hospitalario. Un tema que es recurrente entre nuestros afiliados es la posibilidad actual o futura de cambiar de servicio. Acordar unos criterios justos es relativamente sencillo, no cuesta un euro y entra dentro del ámbito competencial de la dirección de enfermería. Esperamos que la dirección de enfermería convoque cuanto antes un proceso de este tipo, pero además esperamos que sienten las bases para que dicho proceso sea periódico y establezca además los criterios a seguir en las diferentes situaciones en las que alguna enfermera, por las causas que sean, deba cambiar involuntariamente de servicio. Lo que no es de recibo es que a lo largo de los años multitud de supervisores (con honrosas excepciones) a la hora de dejar sus responsabilidades no hayan vuelto a sus puestos de origen sino a puestos que no han sido ofertados al resto de los compañeros. Es hora de que contemos con movilidades periódicas que acaben con la sensación generalizada de favoritismo y de arbitrariedad que tenemos en la actualidad.
Otra de las cuestiones que no parece de difícil solución y a un coste relativamente bajo es acabar con la absoluta falta de privacidad que se da en las plantas de hospitalización que impide un correcto tratamiento de los datos de los pacientes y una comunicación sin trabas entre los profesionales. Sea cual sea la solución técnica que se tome, es necesario dotar a las áreas de enfermería de las diferentes plantas de hospitalización de espacios que permitan a los profesionales la preparación de la medicación sin interrupciones, la realización sin sobresaltos del traspaso de información durante el cambio de guardia o el intercambio de información con el resto de profesionales con la adecuada discreción.
Con respecto al área de urgencias, es necesario acabar con las desproporción entre número de facultativos y número de enfermeras y técnicos auxiliares así como con la sensación de inseguridad entre los profesionales de ese área. Es importante resaltar que el número de atenciones corresponde a una población que abarcaría el norte de Marruecos mientras el número de efectivos es el de una ciudad de 70.000 habitantes.
Es necesario acabar con el estigma de “planta de castigo” que soporta desde hace años el servicio de hospitalización médica, la enorme carga de trabajo que soporta requiere que los turnos estén permanentemente completos independientemente de los días libres, bajas o periodos vacacionales que se estén dando y además es necesaria la cobertura por turnos de personal con formación y aptitud adecuadas de la hospitalización psiquiátrica.
Otro de los temas que consideramos importantes es el excesivo uso de contratos por necesidad de servicio que la administración usa desproporcionadamente y que da lugar a situaciones de evidente injusticia en la bolsa de trabajo. Además de esto se impide la creación de puestos estructurales eternizando las necesidades de servicio y no dejan de ser contratos en precario que dan lugar a problemas a la hora de hacer efectivo el derecho a las vacaciones y que impiden al trabajador siquiera ponerse enfermo. Pensamos que lo adecuado es la creación de las plazas necesarias en vez de parchear situaciones con estos contratos, mientras se consigue lo anterior sería bueno que las personas que permanecen en estos contratos no tuviesen la necesidad de renovar mensualmente dándoseles al menos una estabilidad semestral o anual.
La temporalidad antes mencionada suele darse también entre el colectivo de las enfermeras y técnicos auxiliares en comisión de servicio, entre estas personas lo deseable es que la renovación de las comisiones sea por periodos anuales (como mínimo) en vez de trimestrales como se ha dado el caso.
Otro tema fundamental es el hecho de que, de una vez, el INGESA reconozca el solapamiento de jornada que se produce en todo el personal a turno y que supone una prolongación de jornada que hasta ahora no es reconocida y que conlleva que cada enfermera regale al INGESA entre 35 y 70 horas anuales.
Por último queremos exponeros dos temas que, si bien es cierto que no son competencia de la dirección de enfermería, si que afectan al colectivo de la enfermería, por un lado hemos denunciado las instrucciones de vacaciones impuestas por el INGESA, nuestra opinión es que son manifiestamente mejorables en muchos aspectos, algunos tan importantes como la posibilidad de fragmentar el periodo vacacional. El suelo negociador de CCOO es conseguir, al menos, la paridad con la normativa vacacional de los funcionarios.
Y como tema final una cuestión que puede sonar lejana y más abstracta que las anteriores, pero que es un tema que toda la sanidad de nuestro país mantiene sobre si como una amenaza, y es el de las nuevas formas de gestión usadas como método privatizador encubierto. Reiteradamente la administración (incluido el INGESA) ha puesto sobre la mesa propuestas para el desarrollo de las unidades de gestión clínica.
En principio cualquier forma de gestión que mejore la eficiencia del sistema sanitario no tiene que ser negativa per se, sin embargo todo este tema viene precedido de una peligrosa reforma que el gobierno llevó a cabo en nuestro estatuto marco, que fue promulgada sin negociación y encubierta en una ley sobre medicamentos. Os invitamos a leer la disposición transitoria octava de nuestro estatuto marco cuya redacción (intencionadamente equívoca) da a entender que pasados 3 años trabajando como personal de unidad de gestión clínica se perdería la vinculación como personal estatutario. Por esto nuestro sindicato ha puesto como condición que se anule esta modificación del año 2013.