En un comunicado, la diputada no adscrita Fátima Hamed ha denunciado hoy que nuestra ciudad, que algunos pretenden ofrecer a potenciales turistas como atractivo vacacional o turístico accesible, sigue sin solucionar los graves problemas que suponen las barreras arquitectónicas locales que imposibilitan, que personas discapacitadas puedan desarrollar con normalidad su día a día.
"Si hace apenas un mes, denunciaba las dificultades con las que se encuentra cualquier discapacitado en sus actividades cotidianas como ir de compras o al cine en lugares que no tienen en cuenta a las personas con discapacidad y requería al gobierno local para instar el cumplimiento de las normas, cada vez son más las quejas que se me formulan en relación a los incumplimientos relacionados con la ordenanza local para la accesibilidad y la eliminación de barreras arquitectónicas por parte del propio ejecutivo local que no atiende las legítimas reivindicaciones de muchísimas personas en nuestra ciudad. Reivindicaciones que pasan por dar una solución con respecto a algunas calles que imposibilitan el día a día de quienes tienen alguna discapacidad que limita su movilidad", reflexiona.
Tal es el caso del Pasaje las Heras, del Pasaje Recreo Alto entre otras muchas calles, donde no existe ninguna rampa que permita que personas que utilizan sillas de ruedas puedan transitar por las mismas, sin pasar por alto, que en muchos casos, ni siquiera el transporte sanitario pueda acceder a estas zonas.
Estos obstáculos, denominados barreras arquitectónicas, podrían desaparecer con voluntad y acciones políticas que hasta la fecha están brillando por su ausencia. De poco sirve la existencia de normativa para la accesibilidad y la eliminación de barreras arquitectónicas y urbanísticas si el gobierno no es garante de su debido cumplimiento.
En una ciudad con miles de personas con algún tipo de discapacidad que produce la limitación de su movilidad, es un total despropósito la escasa atención que se presta para dar solución a algo que está más que contemplado y regulado por normativa nacional y local. Y cuando conociendo el problema de las barreras arquitectónicas y teniendo la solución no se pone en práctica, está claro que lo que falla es el compromiso de quienes ostentan la responsabilidad para ello, añade la diputada.