La Delegación del Gobierno ha reanudado hoy la salida de inmigrantes hacia la península, después de un mes paralizadas por la saturación de los centros de acogida, y ha incluido en la lista a dos de los inmigrantes asiáticos que mantuvieron una huelga de hambre durante 19 días.
Según los datos facilitados a EFE por la Delegación del Gobierno, las salidas se han reanudado con la marcha de 46 inmigrantes subsaharianos así como dos asiáticos, estos dos últimos procedentes de Bangladesh.
Los inmigrantes, que han estado una media de cuatro meses en el CETI, se dirigen hacia centros de acogida de Andalucía y Castilla y León.
La principal novedad es la inclusión en las salidas de los asiáticos, los cuales protagonizaron el pasado mes una huelga de diecinueve días acampados junto a la Delegación del Gobierno para pedir salir de la ciudad.
Dicha protesta, en la que participaron 52 asiáticos, finalizó tras la promesa gubernativa de que irían saliendo hacia la península, como ha ocurrido esta mañana.
Un grupo de estos asiáticos ha acudido esta mañana a la estación marítima para despedir a sus compañeros y desearles suerte.
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta afronta ahora la época del invierno con más de un centenar de inmigrantes acogidos por encima de su capacidad.
El CETI cuenta con un censo de cerca de 700 inmigrantes a pesar de estar habilitado para 512 plazas, es decir, casi doscientos inmigrantes más.
Las salidas hacia la península estaban temporalmente paralizadas ya que la última se produjo el 19 de octubre cuando 25 inmigrantes salieron hacia Castilla y León para ser acogidos.
En el último mes -cuando lo habitual era entre dos y cuatro mensuales- no se había producido ninguna salida debido a la falta de plazas en los centros de acogida de las diferentes autonomías.
Las continuas entradas de inmigrantes subsaharianos a bordo de pequeñas embarcaciones o bien escondidos en dobles fondos de vehículos están motivando que a lo largo de este año el CETI haya estado casi siempre por encima de los 500 acogidos.
Esta circunstancia han motivado, en ocasiones, que se tengan que suprimir aulas formativas para instalar literas para albergar a los nuevos residentes.
