Las redadas en los montes próximos a la frontera con Ceuta por los militares de Marruecos ha permitido alejar a los inmigrantes subsaharianos del vallado y reducir la presión migratoria sobre el vallado de Ceuta, muy afectado este verano.
La actuación cerca del vallado ceutí ha permitido que el último intento de entrada se registrara en la madrugada del pasado día 17 de agosto cuando unos 450 inmigrantes trataron de entrar a la carrera por la aduana.
Desde esa jornada se mantiene una relativa tranquilidad en la zona, aunque los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado permanecen alerta.
La actuación de Marruecos se ha reforzado más con respecto a las batidas que han venido produciendo desde hace varios días y se tiene la constancia de la detención de cientos de inmigrantes asentados en los bosques y poblados que rodean Ceuta.
La Policía Nacional y la Guardia Civil han señalado que es muy complicado determinar el número exacto de inmigrantes que está al otro lado de la frontera al ser una cifra que suele variar de forma constante.