Mi Rincón

En numerosas ocasiones se ha podido escuchar por parte del Gobierno de la Ciudad que no escatiman esfuerzos en atender como se merecen a nuestros mayores, en ofrecerles todo el bienestar posible. Sin embargo, existen situaciones en las que queda en evidencia que la Ciudad se centra en cuestiones de gran calado y cuestiones más sencillas, con las que podría beneficiar a muchos mayores, no son atendidas.

Mucho se está hablando ya de la intención de que se implante en suelo portuario una planta de gestión de residuos y muchas son las voces y los partidos que han salido a la palestra para mostrar su rotundo rechazo a este hecho, excepto el Gobierno de la Ciudad, el cual debería haber sido, con su presidente a la cabeza, el primero en haber salido y mostrar su rechazo a este proyecto.

Estos días he venido denunciando la esperpéntica situación que se ha planteado desde la Autoridad Portuaria al querer estudiar la viabilidad de implantar una planta de tratamiento de residuos en suelo portuario, sin tener en cuenta a vecinos, empresas y ciudadanos.

Es impresionante cómo en esta ciudad sólo se mira por los intereses políticos y personales antes que por el bien de la ciudad y la ciudadanía, y eso ha quedado patente nuevamente en las intenciones de la Autoridad Portuaria de permitir la implantación de una planta de gestión de residuos en zona portuaria a una empresa como Urbaser, lo que viene a evidenciar el importante tráfico de influencias que ha existido siempre y que sigue existiendo, tanto por parte de los delegados que ha tenido la ciudad autónoma como por parte del presidente de la Autoridad Portuaria, a compañeros de partido y de Gobierno.