La Unidad Militar de Emergencias (UME) participa esta semana en Ceuta, diez días después del terremoto registrado en Marruecos que ha causado más de 3.000 víctimas mortales, en un simulacro conjunto de emergencias multirriesgo.
Así, algunas de las acciones que se desarrollarán durante el simulacro serán ejercicios de gestión de emergencias desde la sala de crisis del puerto, rescates verticales, reconocimientos subacuáticos de infraestructuras, búsqueda y rescate en espacios confinados y en superficie acústica y búsqueda cinológica.
Al margen de estos ejercicios que siempre son positivos y que desvelarán las virtudes y carencias que tiene nuestra ciudad ante posibles catástrofes –tenemos muy de cerca el terremoto del país vecino de Marruecos-, esto debe servir también para poner en valor a los miembros de la UME, que están absolutamente para todos y que siempre dan muestras de su profesionalidad, sea el lugar que sea - recientemente en Marruecos -, poniendo en juego su vida para salvar las de otras muchas personas que corren peligro.
El trabajo de la UME no está pagado, pues cuando lo que se pone en juego es la propia vida no existe valor económico que lo recompense, más allá del amor a una profesión que los miembros del Cuerpo sienten tal y como demuestran en cada una de sus intervenciones. Por tanto, nuestro aplauso para todos estos héroes que cada vez que se encuentran en el ejercicio del deber de su profesión, saben hacia dónde van y a la hora que salen, pero no a la hora que regresan y, aún más a poner en valor, no saben si regresan, pues son muchos los que han perdido la vida durante su jornada laboral.