
El reciente anuncio del Consejo de Ministros declarando zonas afectadas gravemente por una emergencia de protección civil a 13 comunidades autónomas en España es un claro recordatorio de la vulnerabilidad que tenemos frente a los desastres naturales. Los incendios forestales, las inundaciones y otras catástrofes han dejado una huella dolorosa en nuestra nación, afectando a numerosas comunidades y dejando tras de sí un rastro de destrucción y desolación.