Septiembre es para la gran mayoría de ciudadanos, especialmente para los de una renta normalita, un auténtico quebradero de cabeza, pues al final del verano y tras gastos adicionales por la época estival, se une una vuelta al cole que cada vez es más costosa.
Uniformes, material escolar, matriculaciones y todo tipo de detalles para un nuevo curso que cada vez suma más céntimos, mientras que los sueldos son los mismos y el precio de los materiales y todo lo que se requiere para ir decentemente al cole, se encarece de una manera vergonzosa.
A todo esto, las ayudas son mínimas. Por eso, hay que instar al Gobierno de la Nación y de la Ciudad, a que se pongan en marcha los mecanismos suficientes para que absolutamente nadie se quede atrás. Se aprueban subvenciones absurdas para todo tipo de cosas y para asuntos esenciales como la Educación o la Sanidad, seguimos teniendo muchas cosas que mejorar y cuidar. Lamentable.