El presidente del Gobierno de España, el señor Pedro Sánchez, después de tantos años sigue haciéndolo, sigue cambiando su discurso en función de lo que mejor le convenga. No es la primera vez que el señor Sánchez dice diego donde dijo digo, y ahora le ha tocado nuevamente cambiar su discurso con la polémica ley del sí es sí, esa bazofia de ley redactada por una ministra cuyo feminismo recalcitrante le impide pensar con claridad, y que en su momento recibía el respaldo de Sánchez, indicando que la ley es buena y que no se tocará, para ahora decir que no es tan buena dicha ley y que tendrá que someterse a una rectificación.
Esto es la historia de nunca acabar, el presidente del Gobierno sigue actuando por impulsos y en función de donde caliente más el sol, con el fin de intentar alargar una gestión que cada vez está más en entredicho y que ya tiene muy cansada a la ciudadanía.
Para que alguien pueda permanecer en el poder, debe saber aceptar y reconocer los errores, pero no intentar jugar al despiste, ya que eso solo tiene un nombre, “mentir” a la ciudadanía.
Este hombre se ha convertido, con el paso del tiempo,o en un mentiroso compulsivo, una mentira tras otra para intentar escudarse o buscar excusas con el fin de que no le lluevan los palos, pero con esto solo está consiguiendo que la visión que se tiene de él sea cada vez más ridícula.