Alarm Phone, una de las organizaciones de referencia para quienes se embarcan en una patera rumbo a Europa tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico, teme que Marruecos se convierta en responsable de efectuar los rescates en las aguas al sur de Canarias, por las que ahora vela España.
En un informe de balance del primer semestre del año, titulado "Criminalización de las personas en tránsito", al que ha tenido acceso Efe, esta ONG analiza las consecuencias que puede tener, desde su punto de vista, la nueva etapa en las relaciones entre España y Marruecos que se ha abierto desde que el Gobierno de Pedro Sánchez decidió apoyar el plan de Rabat para el Sahara Occidental.
Alarm Phone denuncia que se usa a las personas que emigran desde África hacia Europa como "arma" de presión internacional y que "la interconexión entre el giro de 180 grados de la política española con respecto al Sahara Occidental y las políticas de 'migración' marroquí y argelina lo pone de manifiesto".
Este colectivo sostiene que la represión contra los inmigrantes en las costas de salida ha "crecido desde que el Gobierno español respaldara en marzo la ocupación marroquí del Sahara" y que la "masacre" ocurrida el 24 de junio en la valla entre Nador y Melilla, en la que murió una treintena de personas, es prueba de ello.
Alarm Phone observa además con preocupación que "las negociaciones bilaterales entre los gobiernos español y marroquí giran en torno a los espacios marítimos entre el Sahara Occidental y Canarias".
De acuerdo con el reparto internacional de las zonas de búsqueda y rescate en el mar (SAR, por sus siglas en inglés), España es responsable de ofrecer ayuda ante cualquier naufragio, percance o situación peligrosa que se produzca en un millón de kilómetros cuadrados de océano en torno a Canarias, en una vasta superficie que se extiende desde el norte de Lanzarote hasta Nuadibú (Mauritania).