Tras una mañana desapacible con la presencia de lluvia, hacía presagiar que el Jueves Santo podría obligar a las hermandades a suspender sus salidas procesionales, pero finalmente, a media tarde el sol hacía acto de presencia para dejar paso a una tarde, que pese a ser algo más fria de las últimas vividas estos días, favoreció que las hermandades pudieran realizar su Estación de Penitencia.
Así, la primera hermandad en iniciar su procesionar por las calles de la ciudad ha sido la del Santísimo Cristo de la Encrucijada y María Santísima de Las Lágrimas, que a las 17.30 horas sacaba la Cruz de Guía para anunciar en la barriada de Hadú que comenzaba su Estación de Penitencia.
Así mientras María Santísima de las Lágrimas salia por el estrecho callejón de la Iglesia de San José, con más que milimétrico andar para no rozar con las pareces, el Santísimo Cristo de la Encrucijada, escoltado por agentes de la Guardia Civil salía desde la Comandancia del Instituto Armado portado por cuatro nazarenos para protagonizar un nuevo encuentro bajo la atenta mirada de los vecinos de Hadú y muchos ceutíes que han querido trasladarse hasta esta señera barriada para vivir junto a la Hermandad este Jueves Santo.
Allí, tras el encuentro, el que fuera hermano mayor de la Cofradía, Pedro Mariscal, actual presidente del Banco de Alimentos de Ceuta, era el encargado de ofrecer el tradicional pregón de la Hermandad, arrancando numerosas emociones a través de su semblanza.
Tras este acto, en el que estuvieron presentes las máximas autoridades civiles y militares de la ciudad, la hermandad continuó su procesionar, dejando magnífica imágenes a su paso por Jardines de la Argentina, carrera oficial en Gran Vía o a su paso por Jáudenes.
Finalmente, tras realizar Estación de Penitencia en la Santa Iglesia Catedral, la hermandad emprende el exigente camino de regreso a su templo, arropado por numerosos ceutíes, donde se recoge poco después de la una de la mañana.