Perfíl humano
Era una mañana de Mayo y un sol golpeandome los cielos, las calles respiraban el aroma de las flores al mes de la Virgen María.
Y nunca te vi ni hacía tiempo que no me estremecía, si alguna vez volviera a los tiempos del Sagrado Sacramento, que es ley de vida para recibir al Cuerpo de Cristo.
Por los homenajes en forma de taponcito y coplas cantadas por varios copleros en el Siete Colinas. Y al cansacio, a la ausencia y al olvido.
Dios me dijo que tuviera Fe y no desfalleciera, que la vida son premios, recompensas y empujones... Ese niño marinero que suspira en una rampa por San Juan de Dios, si por ti navegarian solito todos los barcos sin condiciones.
Para recibir a Dios con su carita de angel, vestido de marinero y su tafetán tan flamante.
Iba su amigo de Capitán de Fragata, con la borla de ayudante, pero gobernando su escolta, con sus amigos y amigas acompañantes.
Las lagrimas se me afloran y me viene el sentimiento marinero, Dios me dijo que volviera, aquella mañana, el primer pase de celebraciones, me dejaron un sabor agridulce por el coro en los pasillos, y me marché a media partida.
Y desde la otra Iglesia me bajé para hacer el reportaje, y feliz y contento me llevaba aquel instante en mi pequeño equipaje.
Pero que bonito y que sencillo y que emoción, allí estaba MANOLITO VALLECILLO haciendo su PRIMERA COMUNION.