Sobre las 21:30 el SEIS recibía una llamada urgente de que se había incendiado una chabola semiderruida en la que había tirada mucha cantidad de basura con otro tipo de enseres.
El fuego se extendió rápidamente a un cañaveral cercano y amenazaba con propagarse a las viviendas cercanas, pero la rápida actuación de los bomberos impidió que el incendio fuese a más, teniendo que trabajar casi tres horas sobre el lugar y utilizando más de diez mil litros de agua.
Tras extinguir el fuego, los bomberos procedieron a refrescar la zona para evitar que el fuego se reactivase, dejándolo completamente extinguido sobre la medianoche.