El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha vuelto a ser muy claro cuando se trata de Marruecos y ha insistido en la necesidad de que “mirar al norte” y dotar a la ciudad de una alternativa económica propia ante la actitud de Marruecos, país que, además de cerrar la aduana comercial hace 5 años, también “humilla” en la frontera.
En su discurso institucional por el Día de Melilla, Imbroda se ha referido así al hecho de que Marruecos solo esté aplicando en la frontera terrestre de Beni-Enzar el régimen de viajeros a quienes pasan desde su país hacia España, pero no en el sentido inverso, lo que perjudica a los comerciantes y empresarios melillenses, a los que está “humillando”.
Las palabras del presidente melillense son una auténtica realidad sobre la que callan muchos partidos políticos de Ceuta, por sus propios intereses. Aquí sí que falta unidad en nuestra ciudad ante un problema como la frontera que muchos prefieren dejar a un lado para no “enfadar” a los marroquíes.
Aquí hay una cosa clara: Marruecos no es “amable” ni cuando sufre una catástrofe como el terremoto, al contrario, sólo hace poner pegas. Así les va.