Ahora que se anuncian unas nuevas relaciones entre España y Marruecos se están poniendo muchos ojos en las fronteras de Ceuta y Melilla de cara a su reapertura después de más de dos años cerradas.
El viaje anunciado ayer por el presidente del Gobierno a Marruecos, invitado por el rey alauita, se asocia con este interés en la apertura de los pasos fronterizos. Sin embargo, habrá que tener mucho ojo con esta vuelta a la normalidad.
La frontera debe abrir en condiciones y eso significa que todo el mundo pase con su visado correspondiente, que se lleve a cabo el reconocimiento facial y que la frontera funcione como la de cualquier otro país y no se repitan las imágenes tercermundistas que siempre ofrecían los pasos de Ceuta y Melilla con Marruecos.
Habrá que estar muy atentos a este nuevo funcionamiento con la esperanza de que no nos tomen por tontos. Ya veremos cómo se hace la reapertura.