El sector de las telecomunicaciones sigue siendo el más reclamado. Tal y como advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y publica en su revista Dinero y Derechos número 183 del mes de marzo/abril, los problemas pueden empezar desde el mismo momento en que se cambia de compañía: por una demora injustificada para empezar a prestar el servicio, por errores en la gestión del alta, por cobrar indebidamente al desistir de la portabilidad, etc.
A veces no queda otra que armarse de paciencia, aunque reclamar suele dar sus frutos: el 70% de las reclamaciones resueltas en 2019 por la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones resultaron favorables al cliente. Ahora bien, hay problemas que pueden evitarse con un poco de previsión:
- No son raros los casos de usuarios que no recuerdan haber sido informados de haber contratado una tarifa con permanencia de hasta un año; y, como consecuencia de ello, el cambio de compañía implica una penalización de hasta 150 euros. Son contratos que mantienen conocidos operadores como Vodafone, Orange, Yoigo, Jazztel o MásMovil. Por eso, si tiene contratada fibra o un paquete de servicios (voz, datos, internet y televisión de pago) siempre conviene preguntar antes de iniciar una portabilidad.
- La portabilidad no siempre implica la baja de todos los servicios en la antigua compañía. Si se contrata un paquete de servicios (voz, datos, internet y televisión de pago), conviene llamar al viejo operador para verificar que se han dado de baja todos los servicios que no deseaba mantener con él. Y es que a veces la compañía prefiere entender que el usuario quiere mantener alguno de los servicios (TV, fibra…) aunque haya portado los números de teléfono a la nueva compañía y le seguirá cobrando por ellos, incluso aunque ya no los utilice.
- En las contrataciones a distancia, online o por teléfono, el usuario tiene 14 días para dar marcha atrás sin penalización, aunque tendrá que asumir el coste del servicio si ya se ha empezado a prestar. Algunas compañías aprovechan para fijar unos costes de instalación muy elevados, que son aplicados a modo de penalización a aquellos clientes que rompen el contrato durante esos 14 primeros días, aunque todavía ni siquiera hayan podido hacer uso de ese servicio.
- OCU aconseja además solicitar al nuevo operador que anule la opción que permite la compra de servicios y contenidos digitales (activa por defecto) especialmente si hay menores en casa. Debe hacerse expresamente pidiendo la desactivación de los servicios de tarificación adicional y de pagos a terceros.
En cualquier caso, siempre es recomendable revisar periódicamente las tarifas: las diferencias de precio de las distintas compañías para un mismo perfil de consumo pueden superar fácilmente los 20 euros al mes, tal y como puede comprobar en el comparador de OCU.